| Nombre | Juan Manuel Borrás |
|---|---|
| Empresa | Culmia |
| Cargo | Director de Operaciones |
| Biografía | |
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Bloque lineal con fachada a la Avda. Catalunya de Calonge, con una zona verde ajardinada en la parte posterior de la parcela, donde se encuentra la piscina y una construcción de planta baja exenta al edificio principal con trasteros y el centro de transformación.
El edificio cuenta con 6 plantas de altura sobre rasante y una planta bajo rasante destinada a aparcamiento, trasteros e instalaciones.
La planta baja se destina a locales comerciales, y las 54 viviendas de las que consta el proyecto se sitúan en las plantas primera a ático. La cubierta es de tipo plana transitable con terrazas privativas para las viviendas de la última planta.
Culmia Mar de Calonge marca un antes y un después en nuestra trayectoria al convertirse en nuestra primera promoción con estructura principal íntegramente en madera industrializada. Esta solución constructiva se complementa con hormigón armado en cimentación, sótano y planta baja, así como con otros materiales en fachadas y elementos singulares del edificio.
Con este proyecto, reforzamos nuestro compromiso con una nueva forma de construir basada en la innovación y sostenibilidad, apoyándonos en tres ejes clave: industrialización, digitalización y empleo de materiales circulares.
La estructura íntegramente en madera aporta numerosas ventajas frente a los sistemas tradicionales, tanto a nivel constructivo como medioambiental. Se trata de una materia prima natural, renovable y con certificaciones PEFC y FSC que garantizan su origen de gestión forestal sostenible, la reforestación y el respeto a la biodiversidad.
A nivel técnico, destaca por su ligereza y su excelente relación resistencia/peso, similar al acero en tracción y superior al hormigón, lo que permite soluciones constructivas industrializadas, mecanizables, rápidas de montar, limpias y sin necesidad de agua. Además, la madera requiere muy poca energía en su fabricación y puesta en obra, lo que se traduce en emisiones de CO? muy bajas.
Su comportamiento ante el fuego es predecible y seguro: al carbonizarse, genera una capa protectora que ralentiza la propagación del calor y mantiene la estabilidad estructural.
Y, en cuanto al confort interior, la madera mejora las condiciones térmicas, acústicas y de salubridad, regulando temperatura y humedad.
En el caso concreto de la promoción de Calonge, se estima emplear 1.600 m³ de madera, lo que supone fijar 1.600 toneladas de CO2 durante toda la vida útil del edificio, un ahorro de energía que equivale al CO2 emitido por 780 coches en un año, con posibilidad de reutilización posterior, contribuyendo así de forma efectiva a la descarbonización del sector.
Debido al proceso constructivo industrializado, a la vez que se levanta la estructura se cierra la fachada con las carpinterías ya instaladas y también parte de las tabiquerías interiores y medianeras. De este modo, se optimizan tiempos de ejecución llevando al mismo tiempo dos actividades críticas como son la estructura y el cerramiento, incluyendo carpintería y vidrio.
Al incorporar a la promoción baños industrializados o modulares, parte de los acabados interiores de la vivienda quedan también resueltos en una etapa muy temprana, pero ejecutados en una fábrica fuera de la obra, garantizando una mayor calidad del producto final.
Asimismo, la industrialización ha sido un factor determinante para alcanzar altos estándares de sostenibilidad en Culmia Mar de Calonge. El sistema constructivo empleado ha permitido un control exhaustivo de la envolvente desde las primeras fases de la obra, mejorando de forma significativa la hermeticidad y eficiencia energética del edificio. Gracias al uso de soluciones como el aislamiento exterior tipo SATE, la lana de roca en la hoja interior y la propia madera como material aislante, se ha superado el nivel de aislamiento global "K" exigido por el CTE HE1.
Además, los elementos industrializados y ensamblados en obra han demostrado, mediante test blower door en distintas fases, una excelente estanquidad en uniones y cerramientos. Esta hermeticidad reduce drásticamente las infiltraciones de aire no deseadas, disminuyendo la demanda energética de calefacción y refrigeración, y contribuyendo al confort y ahorro energético de los usuarios.
Por otro lado, el bajo consumo energético del edificio, junto con la incorporación de instalaciones de alta eficiencia y sistemas de autoconsumo fotovoltaico, permiten que el consumo de energía primaria no renovable mejore ampliamente los límites establecidos por el CTE HE0.
Mar de Calonge se certificará con el sello VERDE del Green Building Council de España (GBCe) que está alineado con los ODS, el marco Level(s) y la Taxonomía europea que están marcando los requerimientos para la validación de la sostenibilidad en el sector de la edificación.
Esta certificación analizará y evaluará la sostenibilidad, con una visión holística, tanto desde la parte ambiental, como a la social y la económica.
Y a nivel interno de Culmia, la promoción también se certifica y audita con los certificados internos de sostenibilidad y salud, como son Jade y Cuarzo.
Los factores son diversos, pero uno de los principales es la falta de conocimiento sobre los beneficios de este material. Aunque se ha demostrado que la madera es un material sostenible y con una baja huella de carbono, sigue habiendo cierta desconfianza hacia su durabilidad y certificaciones.?
También existe una falta de profesionales formados para proyectar y construir con este material. La madera industrializada no está suficientemente integrada en los planes de estudios de arquitectura e ingeniería.
Otro de los escollos importantes en este tipo de proyectos es el Marco Normativo Español. La necesidad de adaptar normativas como el CTE a la especificidad de la madera. La normativa actual no siempre favorece la construcción con madera, lo que puede dificultar su desarrollo.
También falta una mayor industrialización del sector maderero en España, lo que permitiría no tener que importar la madera de Centroeuropa?, logrando entonces abaratar costes, otro de los obstáculos importantes a los que tiene que hacer frente la construcción en madera. Aunque a largo plazo este tipo de construcciones pueden ser más eficientes energéticamente y económicas, la inversión inicial en materiales y mano de obra especializada suele ser más alta.
El cliente final percibe cada vez con mayor claridad los beneficios de una edificación más saludable, eficiente y ecológica, y está mostrando un creciente interés por viviendas que respondan a estos valores. Esta tendencia ha sido identificada por Culmia en el informe ‘Tendencias con impacto en la vivienda’, elaborado junto a la consultora Piece of Pie, donde se recogen siete grandes megatendencias sociales que ya están transformando el mercado residencial.
Entre ellas, destaca una mayor conciencia medioambiental, la búsqueda de bienestar en el hogar y la demanda de espacios más eficientes y responsables con el entorno. Estas demandas están directamente relacionadas con soluciones constructivas como la industrialización, el uso de materiales sostenibles como la madera o los sistemas de eficiencia energética.
Aunque el mercado aún se encuentra en una fase de transición, ya se observan señales claras de preparación y adaptación, tanto desde la oferta, con promotoras como Culmia apostando por este tipo de proyectos, como desde la demanda, con clientes cada vez más informados y exigentes. Por tanto, el camino hacia una edificación más sostenible no solo es necesario, sino que también está alineado con las expectativas del usuario actual y futuro.
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