| Nombre | Andrés Pedreira |
|---|---|
| Empresa | Observatorio Nuevos Riesgos de Incendio (OBS) |
| Cargo | Director |
| Biografía | |
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En el marco del Día Mundial de la Construcción Sostenible, la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono ocupan un lugar central en la agenda del sector. Sin embargo, la seguridad frente a incendios sigue siendo un aspecto que a menudo queda en segundo plano.
Para profundizar en este desafío y en los riesgos que pueden derivarse de una rehabilitación mal planteada, conversamos con Andrés Pedreira, director del Observatorio Nuevos Riesgos de Incendio (OBS), quien advierte sobre la necesidad de avanzar hacia edificaciones sostenibles sin comprometer la seguridad contra incendios.
El gran reto es entender que la sostenibilidad y la seguridad en caso de incendio no pueden ir por caminos separados. España tiene un parque inmobiliario envejecido, con una media de antigüedad de 45 años, y más de nueve millones de viviendas que necesitan ser rehabilitadas para mejorar su eficiencia energética. Sin embargo, en este proceso no podemos cometer el error de incorporar soluciones constructivas que mejoren el comportamiento energético pero aumenten el riesgo de incendio. La sostenibilidad solo será real si se garantiza también la seguridad contra incendios.
El principal riesgo es que un incendio, que habitualmente se inicia en el interior de una vivienda, encuentre en la fachada una vía para propagarse. Los sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) o las fachadas ventiladas pueden contener materiales combustibles que, al entrar en contacto con las llamas, propagan el incendio de tal manera que merma incluso la efectividad de los servicios profesionales de bomberos. Tragedias recientes como el incendio de Campanar en Valencia han demostrado que la combustibilidad de determinados materiales puede marcar la diferencia entre un edificio entero en llamas y un incendio controlado en una vivienda.
Si bien el Código Técnico de la Edificación (CTE) ha avanzado mucho en relación al consumo energético, en materia de seguridad contra incendios se ha quedado atrás. Hoy sigue permitiendo materiales combustibles en fachadas y fachadas ventiladas en edificios de más de 18 metros de altura, y no define de manera clara qué se entiende por edificios de alto riesgo. Mientras países como Francia, Alemania o Reino Unido ya exigen materiales no combustibles en edificios sensibles como hospitales, centros educativos, hoteles o edificaciones de gran altura, España continúa siendo de los más laxos en esta materia.
Nuestras propuestas están recogidas en el Manifiesto por una edificación más segura frente al fuego, respaldado por numerosas entidades del sector. Dentro de este documento:
Con estas medidas buscamos que la ola de rehabilitación energética que Europa demanda sea también una oportunidad para no empeorar la seguridad.
El mensaje es claro: no hay nada menos sostenible que un edificio en llamas. La eficiencia energética es clave para el futuro, pero no puede alcanzarse a costa de la seguridad de las personas. Hoy tenemos tecnologías y materiales que permiten rehabilitar mejor, logrando edificios más eficientes y al mismo tiempo más seguros.
Pedimos a los profesionales del sector, a las administraciones y también a la ciudadanía que exijan soluciones no combustibles en sus rehabilitaciones. Es la única forma de garantizar que la transición hacia un parque inmobiliario descarbonizado en 2050 sea también una transición hacia ciudades más seguras.
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