Esta plataforma tiene como objetivo promover una política energética justa que reconozca al biometano —o gas verde— como una alternativa renovable, sostenible y asequible.
Su objetivo común es promover el desarrollo del biometano o gas verde como una alternativa energética renovable sostenible, estable y asequible, con un enorme potencial para el futuro del país.
La plataforma se ha presentado en un evento moderado por el periodista Jacob Petrus y en el que han participado ponentes de distintos ámbitos y sectores sociales que apoyan el desarrollo del gas verde como Raúl Suárez, Board Member de GD4S, presidente del Comité de Distribuidores de España y CEO de Nedgia; Agustín Miranda Sotillos, director – gerente de la Asociación Española de Jóvenes Agricultores (ASAJA); Vicente Gallardo, expresidente y miembro actual de la Junta Directiva de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (FEGECA); y Alejandra Miralles, responsable de Asuntos Industriales de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER). Asimismo, el evento ha contado con la participación de representantes del resto de empresas que apoyan la plataforma como Nedgia, Redexis, Nortegas, Madrileña de Gas y Gas Extremadura, entre otras.
Esta plataforma nace en un momento crítico para la transición energética, con objetivos urgentes como reducir emisiones, asegurar que sea asumible por los ciudadanos, garantizar la competitividad industrial, reforzar la independencia energética y atender a los grandes desafíos del medio rural.
En este escenario, el gas verde representa una oportunidad real para transformar residuos en energía renovable, crear empleo en entornos rurales y avanzar hacia una economía más circular, sólida e independiente. Pero actualmente está olvidado. España avanza con retraso en el desarrollo del gas verde o biometano, a pesar de contar con el tercer mayor potencial de producción de Europa y con una red gasista moderna y preparada.
La ausencia de un marco normativo adecuado y la falta de decisión política han impedido que el gas verde se incorpore al mix energético en igualdad de condiciones a otras renovables. Por ello, desde Gas Verde, Sí reivindican que es el momento de corregir este desfase y activar una fuente energética que aporta beneficios reales al país en términos de independencia, sostenibilidad, garantía de suministro y competitividad.
“En un momento en que Europa redefine su estrategia energética con un enfoque más pragmático, España debe aprovechar el enorme potencial que tenemos de producción de gas verde, una solución eficiente y viable. Tenemos la capacidad, la tecnología y la red necesaria para hacerlo posible, pero nos falta una visión regulatoria que entienda e impulse el rol estructural que debe jugar el gas verde en la competitividad y descarbonización del país”, afirma Raúl Suárez, CEO de Nedgia. “No se trata solo de sostenibilidad ambiental, sino también de competitividad, de cohesión territorial, de empleo en el ámbito rural y de autonomía energética. Es el momento de activar esta oportunidad”.
Gas Verde, Sí no reclama subvenciones ni tratamientos excepcionales para el biometano. Lo que pide es impulsar una política energética sobre el gas verde, que reconozca su valor estratégico como parte esencial del mix de energías renovables que necesita España. Una política alineada con los objetivos climáticos y de independencia energética del país, que permita avanzar con ambición, pero también con realismo, aprovechando recursos que ya están disponibles y tecnologías que funcionan hoy.
Entre otras medidas, la plataforma demanda eliminar las barreras regulatorias y de trámite que hoy frenan su avance y crear un marco claro que facilite su integración en igualdad de condiciones con otras fuentes limpias. Por ejemplo, se solicita reservar parte del suministro a la industria, especialmente a los sectores con mayor dificultad para descarbonizarse, o introducir gradualmente cuotas en la demanda de gas residencial. Solo así hogares, empresas e industria podrán elegir libremente la alternativa sostenible que mejor se adapte a sus necesidades, contribuyendo a una transición energética equilibrada, asequible y vertebradora del territorio.
Y es que España cuenta con los recursos, la infraestructura y la tecnología para liderar el desarrollo del gas verde. La producción nacional de gas verde podría cubrir el 100% de la demanda energética de los hogares sin necesidad de modificar la red de distribución ni sustituir las calderas ya instaladas. Esta posibilidad abre la puerta a una transición limpia, realista y sin costes adicionales para los consumidores.
También se trata de una solución real para descarbonizar las empresas que no pueden electrificarse con las tecnologías actuales. En un momento en el que la competitividad industrial es esencial para el futuro del país, contar con una alternativa renovable, estable y producida en España es una ventaja que debemos activar cuanto antes. Además, las plantas de gas verde son una solución limpia para reutilizar 120 millones de toneladas anuales de residuos orgánicos, ayudando a agricultores y ganaderos a gestionar mejor sus recursos y fomentar la economía circular.
Por otro lado, el desarrollo del gas verde representa una oportunidad económica clara para España. Puede generar más de 21.000 empleos directos y atraer más de 40.000 millones de euros en inversiones, especialmente en áreas rurales. Es un ejemplo de cómo la transición energética no implica solo costes, sino también retorno, actividad y crecimiento. Una apuesta estratégica que refuerza la independencia energética y contribuye al desarrollo económico del país.
La iniciativa reúne a numerosos actores que ya están trabajando en diferentes proyectos de producción de gas verde en España. Sin embargo, la falta de una política energética clara y operativa sigue siendo un freno. Mientras países como Francia -con más de 700 plantas de biometano operativas- o Dinamarca -donde un porcentaje creciente del gas que llega a los hogares ya es renovable- avanzan con marcos regulatorios que impulsan este sector energético, España sigue sin activar un potencial que es tan evidente como desaprovechado.
“El gas verde representa una gran oportunidad para el sector agroganadero sobre todo porque aprovecha los residuos generados fomentando la economía circular. Por cada tonelada de carne que enviamos al exterior, generamos gran cantidad de residuos en España que debemos reutilizar. Ejemplos como este demuestran que tenemos que aprovechar esta oportunidad que nos va a dar grandes beneficios económicos, además de medioambientales”, señala Agustín Miranda Sotillos, director - gerente de la Asociación Española de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
"Descarbonizar no siempre significa electrificar. Hay que buscar la opción más eficiente que sea viable técnica y económicamente. Y es en esta situación en la que el gas verde juega un papel destacado ya que será la mejor opción en muchos casos", explica Vicente Gallardo, expresidente y miembro actual de la Junta Directiva de la Asociación de Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor (FEGECA).
“Estamos en clara desventaja respecto a otros países productores fuera de la UE que no tienen que cumplir con las mismas exigencias de reducción de emisiones y de neutralidad climática a 2050. Nuestro sector tiene una elevada demanda de calor y la electrificación actualmente plantea limitaciones técnicas y económicas. No disponer de una solución renovable, limpia y sobre todo competitiva, nos deja sin una opción real de descarbonización en la que no perdamos competitividad”, destaca Alejandra Miralles, responsable de Asuntos Industriales de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER).
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